miércoles, 18 de abril de 2012

Sistema Economico


 La cultura tolteca es el producto de la asimilación de las culturas clásicas del centro de México por un grupo nahua, que al mismo tiempo introdujo varias innovaciones derivadas de otras tradiciones culturales, como la zapoteca, la mixteco-cholulteca y la maya. Una vez fusionada, aun cuando era una entidad muy compleja y heterogénea, conservó sus propios rasgos. Se trata de una sociedad teocrática, dividida en ases sociales: gobernantes - sacerdotes, administradores, guerreros, comerciantes, artesanos y agricultores, todos con distintos rangos y funciones.
 La clase gobernante estaba especializada en la dirección y organización de la sociedad, en el control de la producción, la distribución y el consumo; en la planeación de las ciudades y sus obras públicas; era poseedora del poder y del conocimiento científico y religioso. Esta clase también era experta en el arte de la escritura, la arquitectura, la astronomía y las matemáticas; en el calendario y los sistemas de medición del tiempo e interpretación de los días propicios o nefastos— y en todo el complejo ritual de las ceremonias públicas y privadas que regulaban la vida de la sociedad. Junto a esta élite dirigente, existía completamente separado de la producción agrícola y artesanal un aparato administrativo y burocrático que abarcaba distintos niveles y actividades.
 La base del sistema estaba constituida por la mayoría de la población, quien tenía a su cargo la realización de todos los procesos y actividades productivas que permitían el sostenimiento y reproducción de la sociedad. Productora de alimentos, de bienes de consumo y objetos suntuarios, esta clase también constituía la fuerza de trabajo que edificaba y mantenía las innumerables obras públicas, algunas de ellas de gran magnitud: plazas, pirámides, palacios, vastos conjuntos de terrazas artificiales, sistemas de canales, calles, calzadas y drenajes.
 En los barrios habitados por la mayor parte de la población, los numerosos edificios piramidales distribuidos aquí y allá constituían los templos de barrio para el culto y las ceremonias religiosas en que participaban los habitantes de cada una de estas zonas. Gran parte de estos barrios se definieron con base en el trabajo especializado que realizaban sus habitantes.
 Algunas actividades especializadas practicadas por extranjeros, como sucedía en Tenochtitlan y en otros centros urbanos de Mesoamérica, formaron barrios de grupos; hay indicios de la existencia de pequeñas colonias de mayas, huastecos, mixtecos y de grupos del centro de Veracruz y de la costa del Pacifico de Chiapas y Guatemala.
 Cada cinco días se instalaba el mercado principal de la ciudad en algunas de las plazas o espacios abiertos cercanos al recinto monumental, mientras que algunos grandes conjuntos albergaban las escuelas para jóvenes nobles, semejantes al calmécac de los mexicas.

Sistema Político


Los toltecas eran cazadores hábiles y fueron considerados un pueblo guerrero, ya que sostuvieron peleas constantes con tribus vecinas. Al establecerse en Tula se convirtió en un pueblo civilizado.
En el estado tolteca predominó la casta militar, la expansión imperialista, las conquistas y los tributos de los poblados vecinos. La sociedad tolteca se dividió en dos clases: el grupo superior integrado por jerarcas militares, funcionarios, el supremo gobernante y los sacerdotes, los cuales estaban al servicio de la casta militar y se encargaban de atender el culto. La clase inferior o explotada estaba integrada por trabajadores agrícolas y artesanos.
Entre los gobernantes más importantes del pueblo tolteca destacan:
Ce Acatl Topiltzin Quetzalcóatl; Fue indudablemente el más importante de los gobernantes, considerado héroe cultural del mundo prehispánico. Con el nombre de Quetzalcóatl fue venerado como dios. Llevó un reinado muy próspero en donde esta civilización alcanzó su máximo desarrollo. Impuso la práctica de los sacrificios humanos que su pueblo rendía a Tezcatlipoca.
Huémac; Fue el último gobernante tolteca. Su gobierno, considerado despótico, tuvo una duración de sesenta años. Durante este periodo existieron muchos conflictos entre los toltecas-chichimecas y los nonoalcas. Con este gobernante culminó el ocaso de Tula.